¡Hola familia!
Siguen avanzando los días, las semanas, los meses y la realidad en cuanto a la accidentalidad vial sigue mal. Si además nos fijamos en el colectivo de motoristas y ciclistas vemos que continua creciendo el número de víctimas.
La tecnología del automóvil ha avanzado mucho los últimos años. También la de las motos con la incorporación de muchas ayudas y electrónica.

A modo de reflexión, ¿hemos olvidado que quien manejamos estos vehículos somos igualmente nosotros?
Por más ayudas y tecnología que se le incorpore, es extremadamente importante que centremos la atención en conducir o en pilotar la moto. El famoso «multi tasking» o realizar varias tareas al mismo tiempo ya divide la atención. Acciones permitidas como escuchar música o hablar por teléfono con el manos libres ya nos distraen porque si hacéis la prueba, veréis que no recordaréis muchas de las señales de tráfico que habéis pasado, o incluso un largo recorrido en kilómetros si hablamos por teléfono (nuestro cerebro pone el automático mientras conduce). Cuando además le añadimos el ilícito de manejar el teléfono móvil o «WhatsAppear» a los mandos de un coche, autobús o camión, las consecuencias pueden ser desastrosas porque no solo podemos perder la vida nosotros, sino también otros que se vean afectados por nuestra falta de atención.
Además de las consecuencias del accidente, vienen los ilícitos administrativos y penales: delitos contra la seguridad vial, homicidio…

Durante unos años una famosa marca de automóviles alemana tuvo como eslogan «Si conduces, conduce». Seguramente lo enfocaban más hacia su tipo de vehículo, pero la frase es perfectamente aplicable al hecho de centrar la atención en lo que estamos haciendo y disfrutar de conducir o ir en moto y dejar desactivado el «piloto automático».
