Con la colaboración de:
Hola familia!! ¿Qué tal?
Comenzamos de nuevo a «movernos». Las personas, la industria y los vehículos volvemos a rodar. La pasada semana nos transportábamos por un increíble viaje por el planeta leyendo la experiencia de Nikos, de Mamuts World Tour. Esta semana toca cambiar de registro y hablaros de algo que a todos nos afecta: la inspección periódica de nuestro vehículo.
¡COMENZAMOS!
Durante la pandemia del COVID-19 había vencido la fecha para la renovación de la inspección periódica de la Kawasaki de Ferran. Después de realizar las gestiones pertinentes con Applus, os traemos uno de los reportajes que hemos preparado sobre temas de seguridad en nuestros vehículos. En éste pretendemos mostrar cómo aunque el vehículo parezca que lo tenemos en buenas condiciones, ¡uno siempre se lleva alguna sorpresa!
1) Documentación
Nos dirigimos a las oficinas donde mostramos «los papeles» de la moto (tarjeta técnica y permiso de circulación) y procedimos a abonar la correspondiente tasa (varía en función de cada región). Recordar que es muy importante llevar un comprobante conforme la póliza de seguro del vehículo está en vigor, si bien es cierto que normalmente las compañías aseguradoras envían esta información a las autoridades y está en los sistemas electrónicos, con lo que en la mayoría de casos no nos pedirán nada.
2) Control medioambiental
Después de los trámites administrativos, comienza propiamente la inspección de la moto. El inspector comprobó en primer lugar que el número de chasis coincidiera con el que aparecía en la documentación, así como los valores para nuestra moto tanto en gases como en ruido.
El escape es una de las piezas que más solemos cambiar los motoristas. Es algo que suele mejorar tanto la estética como las prestaciones de la moto. Recordar que es muy importante que montemos piezas homologadas.
En este punto nos llevamos la primera ¡SORPRESA! Aunque el escape IXIL de la Kawasaki está homologado, dio un valor superior (incluido el margen). Hay que recordar que la fibra interior se va deteriorando con el paso de los kilómetros y ciertamente se pasaba unos decibelios por encima.. Este aspecto es un defecto grave con lo que ya sabíamos en este punto que la ITV iba a ser desfavorable… ¡Para que veáis que aunque estábamos haciendo un reportaje, no había ningún trato de favor! 🙂

Momento en el que uno de los inspectores revisaba el correcto funcionamiento del sistema de frenado de la Kawasaki de Ferran.
3) Neumáticos, sistema de frenado y suspensiones
Los neumáticos tienen que estar en buen estado ya que es la parte que está en contacto directa con el asfalto. Además del buen estado de las gomas, también es importante que el sistema de detención trabaja correctamente (discos y pastillas freno). Para ello, se introduce la moto entre unos rodillos que permiten al sistema electrónico de la estación ITV comprobar que nuestro vehículo frena correctamente. En este punto, también se aprovecha para mirar que las suspensiones no tengan fugas de aceite, un elemento clave en nuestra seguridad pues de perderse aceite, éste cae directamente sobre los discos de freno haciendo que nuestra moto no pueda detenerse. ¡En este punto todo OK!

A causa del COVID-19, los inspectores de las estaciones Applus ITV llevan EPI, así como proceden a «desinfectar» las partes del vehículo que han manipulado.
4) Luces y espejos retrovisores
Las motos, como el resto de vehículos, deben llevar todas las luces en correcto estado. Se verificó el funcionamiento de las luces de posición, intermitentes, «warnings», luz de freno,…etc. Las luces de corto y largo alcance deben estar correctamente calibradas en altura para no deslumbrar indebidamente al resto de conductores. La luz de freno debe funcionar cuando tocas la maneta o el pedal de freno. La placa de matrícula debe estar iluminada y el portamatrículas disponer de un reflectante trasero obligatorio. ¡En este punto todo OK!

Momento en el que uno de los inspectores revisaba la correcta alineación de las luces de la Kawasaki.
5) Estado general de la moto y carrocería
Aunque los motoristas siempre solemos mimar mucho nuestras motos, es importante acudir a la ITV con la moto limpia. Esto facilita mucho el trabajo a los inspectores. En este punto nos llevamos la segunda ¡SORPRESA! Recordábamos que hacía unos días en una de las salidas en moto una piedra había rebotado contra la parte inferior de los colectores… Pues resulta que había tocado el cable del claxon y no funcionaba 😦 Consejo: ¡verificad que el claxon os funcione aunque sea al salir cada día del parking! Es un elemento de seguridad ya que sirve para avisar a otros usuarios de la vía ante un eventual peligro.
CONCLUSIONES
Como podéis observar, pasar la ITV «no es un mero trámite». Incluso para nosotros que cuidamos mucho nuestras motos, permite detectar «pequeños elementos» que son importantes para mantener nuestra seguridad en la carretera. Recordad revisar los siguientes elementos antes de acudir a vuestra inspección:
- Llevar toda la documentación y seguro del vehículo en vigor.
- Que el nivel de decibelios del tubo de escape no supere el límite legal. También miran las emisiones de CO2 (si la moto no echa humo por el escape, no deberíais por qué preocuparos en este aspecto).
- Que los neumáticos estén en buen estado.
- Que estén en buen estado los frenos y las suspensiones (no haya pérdida de líquidos).
- Que funcionen las luces de la moto.
- Que los retrovisores estén en buen estado.
- Que funcione el claxon.
AGRADECIMIENTOS ESPECIALES
Desde SmartMotoRiders queremos agradecer a las siguientes personas de Applus que nos han puesto todas las facilidades a la hora de poder realizar el reportaje, así como a todo el personal de la estación de Granollers:
- Jorge Rodriguez, Applus Marketing & Communication Manager Auto Business.
- Eduardo Aparicio, gestor de zona de Barcelona.
- Emili Danés, Director de la estación Applus de Granollers.
- Xavier Grèbol, Responsable técnico y calidad de Catalunya; y Director de la estación de Sabadell.