¡Hola amigos!
Seguimos avanzando «positivamente» combatiendo la pandemia del COVID-19 (a pesar que cada día en España siguen falleciendo unas ¡¡¡200 personas!!! de media). Como la gente ya está comenzando a planear qué va a hacer con la moto una vez podamos volver a rodar «con normalidad», desde SmartMotoRiders hemos creído muy conveniente traeros esta semana una entrevista sobre #SeguridadVial con una superviviente.
¡COMENZAMOS!
Entrevista realizada el 28 de abril
¿Quién es Rakel Mava?
Soy Raquel, de Barcelona y tengo 30 años. Con estudios en Psicología y trabajando en emergencias médicas desde hace aproximadamente 7 años.
¿De dónde te viene la pasión por las motos?
Mi pasión por las motos nació tarde a partir de ir de copiloto con la que ahora es mi expareja y en poco tiempo me terminaron gustando más a mi. Motos propias he tenido tres, pero en total habré probado más de 10 motos.
¿Qué viajes has hecho en moto?
He hecho varios viajes nacionales e internacionales pero, sin lugar a dudas, del que mejor recuerdo tengo es de la Mae Hong Son Loop (Tailandia) en 2018.
¿Qué opinas sobre el tema de los guardarrailes antiguos?
Considero que es una barbaridad que sigan habiendo estos sistemas de «seguridad» instalados tal como los conocemos. Hay varias buenas alternativas que ya han sido instaladas en otros países. Queda latente que en este país siguen valiendo más los intereses de ciertos altos cargos y políticos, que las vidas de los motoristas.
En SmartMotoRiders.com tratamos, entre otros, temas relativos a concienciación en seguridad y buenos hábitos de los motoristas y “riders”. ¿Cuántos accidentes has tenido?
Tres accidentes. Uno por una mancha de aceite con la 125cc. Otro en Barcelona cuando un coche giró a la derecha sin mirar desde el carril del centro, encontrándome yo a su derecha. Y, el último, el 23 de marzo de 2019 en Tarragona donde casi pierdo la vida (detalles más adelante).
14 fracturas y neumotórax bilateral con perforación de los dos pulmones
¿Nos podrías explicar cómo sucedió el accidente más grave?
Un vehículo que circulaba en dirección contraria a la mía, invadía parcialmente mi carril y no corregía trazada. Al ver eso, y tener yo margen de maniobra a pesar de ir circulando dentro de mi carril, cerré un poco más mi trayectoria para dejar más espacio entre los dos. Perdí el «grip» (adherencia), y se cerró la dirección de golpe. Caí, aún no se como, mi moto giró, golpeó y se dió la vuelta, acabando por arroyarme a mi. El resultado fueron 14 fracturas y neumotórax bilateral (perforación de los dos pulmones). Tuve que ser evacuada en helicóptero y en 3 semanas sometida a 6 operaciones de gran envergadura.
¿Qué secuelas te han quedado?
Llevo una artrodesis en la columna por lo que mi movilidad de flexibilidad de espalda se ha visto reducida. Vejiga neurógena, afectación de los nervios S1 y S5. Síndrome medial de cola de caballo (por todo ello no siento bien la totalidad de la.pierna derecha con cierta impotencia funcional) osteoporosis en la columna, dolor crónico y trastorno de estrés post traumático.
Tenía claro que no iba a dejar el mundo de las dos ruedas
Retomando el relato de tu accidente … todos hemos sufrido alguna caída o accidente de tráfico en mayor o menor grado. Hasta cierto punto, nos llegamos a imaginar lo complicado que debe ser la “vuelta a empezar”. ¿Cuál fue tu reacción en el hospital?
Nada más salir del quirófano de urgencias pregunté por mi moto y qué se había hecho con ella. Se encargó de ella un muy bien amigo y el pobre no solo tenía que aguantar los relatos de una tullida (yo) sino que buscara mil maneras de repararla. Tenía claro que no iba a dejar el mundo de las dos ruedas. A los médicos los tenía fritos preguntando cuánto tiempo tardaría en volverme a subir a una y qué podía hacer para mejorar antes.. ¡Y cuando no preguntaba era porque estaba viendo SBK en la televisión del hospital! 🙂
Nada es imposible con trabajo, voluntad y constancia
A nivel de rehabilitación, ¿qué destacarías durante ese tiempo inicial?
Muchísima frustración. Parecía que jamás iba a poder andar bien, que nunca volvería a tener fuerza en la pierna y que mi espalda no me iba a dar un segundo de tregua. Pero di con grandes profesionales en Mi Tres Torres que creyeron en mí al ver mi fuerza de voluntad. Así que les hice caso y no me rendí. Hacia los ejercicios varias veces al día, intentaba no hundirme y ver que cada vez que lo intentaba podía aguantar algunos segundos más, o que la pierna temblaba menos. Pronto empecé a moverme por la habitación sin andador. Aún no estoy como antes ni mucho menos, esto va a ser una carrera de fondo, pero nada es imposible con trabajo, voluntad y constancia.
La rutina de trabajo y recuperación ¿en qué consiste?
No dejar la gabapentina jamás y aprender a leer mi cuerpo para darle los descansos que necesita. Entreno cada día de lunes a viernes con series de fuerza con mi propio peso, bandas de resistencia y con pesas. Cada día hago mínimo 20km de bicicleta estática y también dispongo en casa de un «tens» para ayudarme a estimular y relajar la musculatura, además de una esterilla de acupresión para la espalda. A pesar de todo, necesitaría cada semana acudir diariamente al fisio para la espalda y voy a necesitar ayuda para recuperar el tono muscular de la pierna derecha ya que no responde igual. Finalmente, cuando pase por la última operación tengo que probar la acupuntura para mejorar la sensibilidad y reducir las rampas de dicha pierna por la afectación del S1 y S5.
Desde que recibiste el “alta” ¿has encontrado alguna dificultad en tu día a día?
¡Muchísimas! Para empezar el dolor.. A día de hoy sigue bastante «descontrolado» y lo tengo que afrontar «con ovarios» ya que la única solución de momento es la morfina, y ni mi cuerpo la tolera bien ni yo quiero ir así de drogada. Por otro lado no puedo entrenar igual, hasta que no me quiten las placas ilíacas mi equilibrio está afectado. Sufro de estreñimiento crónico, pérdida de la mitad de potencia del esfínter y vejiga neurógena. El TEPT me daba insomnio por los «flaixbacks» y estuve medicada durante muchos meses. Y a nivel estético… No es nada fácil enfrentarte a las miradas de la gente en la playa o piscina, explicar que vas llena de cicatrices cuando estás conociendo a un chico, ni enfrentarte ti misma a esa imagen cada día. Eso sí, ¡puedo predecir el tiempo y deciros con cuánta intensidad va a llover según qué duela! 🙂
¿En qué medida te está afectando la cuarentena del COVID-19?
Trabajo en emergencias, con lo que es una de las épocas en las que más estoy teniendo que trabajar. Son muchas horas sentadas lo cual no les gusta nada a «Iván» y «Julia», mis tornillos de coxis y mi placa ilíaca, respectivamente.
Para ir acabando, ¿cuáles son tus planes para el futuro?
Los mismos que antes: ser feliz. Queda muy utópico, pero es así. Quiero intentar recuperar mi vida de antes lo máximo posible. Seguir sumando minutos felices a mi vida, hacer lo que me apasione.
Además, dejad que insista en la importancia de ir siempre debidamente equipados y de hacer cursos de conducción segura (HIS, Cursos de pilotaje, etc etc). Para acabar agradecer enormemente la labor y dedicación de todo el personal de Mi Tres Torres (limpieza, atención al paciente, médic@s y enfermer@s). Sin ellos no hubiese sido posible ni lo hubiese llevado así de bien. ¡Y por supuesto a mis amig@s y familia porque para ell@s también ha sido muy difícil!
Muchas gracias Raquel por habernos dedicado tu tiempo en estos momentos tan complicados; ¡nos vemos pronto cuando la «normalidad» se comience a restaurar. Un abrazo!
NOTA: Las fotos usadas en esta entrevista tienen © de Rakel Mava (o entidades mencionadas en cada una de ellas) y han sido cedidas para esta entrevista.